10 Jul Claves para elegir la mejor almohada: qué debes tener en cuenta

¿Te levantas por la mañana con dolor de cuello? Conseguir un sueño de calidad y reparador con el que nos despertemos completamente renovados es algo que depende de varios factores y no solo del colchón. La mejor almohada esa que se adapta a nuestras necesidades, suele ser una gran olvidada a la hora de elegir nuestro mobiliario de descanso. 

Decidir entre un tipo u otro no solo debe basarse en nuestras preferencias, sino también en otras cuestiones como la postura al dormir o la dureza de la superficie en la que pasamos la noche. Por eso, vamos a conocer las claves que se deben tener en cuenta para elegir la mejor almohada para nosotros.

Almohadas altas, bajas y medias: ¿Cuál elegir?

La selección de la altura idónea de la almohada obedece a la postura en la que durmamos. El objetivo es que el cuello y la columna permanezcan en una posición neutra. Así, evitaremos lesiones cervicales, dolores de hombros, cuello y espalda.

Almohada para dormir bocarriba

Si sueles colocarte bocarriba, la mejor almohada para dormir será aquella que mida entre 12 y 13 centímetros de alto. Este tamaño es suficiente para brindar soporte tanto a la cabeza como al cuello.

Almohada para dormir de lado

En el caso de aquellas personas que duerman de lado, es preferible escoger una más alta. El objetivo es que logre rellenar el espacio que queda entre el cuello y el hombro. También dependerá del tamaño de este, ya que cuanta mayor distancia con respecto al cuello, más alta deberá ser la almohada. Así, la cabeza queda alineada y el hombro no recoge todo el peso. Suelen recomendarse aquellas que miden 15 centímetros o algo más. Puede tomarse como referencia la distancia entre la oreja y el hombro.

Almohada para dormir bocabajo

El almohadón más bajo, desde los 8 o 10 centímetros de altura, es el indicado para quienes acostumbran a descansar bocabajo. Así se evitan tensiones en el cuello que podrían causar algunas molestias al despertar.

¿Cuál es la mejor almohada según su firmeza?

Como en el caso de los colchones, las almohadas tienen diferentes grados de firmeza. Para detectar la mejor firmeza hay que considerar tres cosas: la postura en la que dormimos, el tipo del colchón y nuestras preferencias personales.

Cuándo elegir almohadas duras

Las almohadas de firmeza más dura son preferibles cuando se necesita proporcionar un mayor soporte a la cabeza. Esto sucede cuando dormimos de lado o cuando el colchón es muy firme. También son aconsejables para personas corpulentas para que el cuello cuente con un buen apoyo.

Cuándo dormir con almohadas blandas

En cambio, aquellas con menor firmeza son la mejor opción para quienes duermen bocabajo y usan colchones con viscoelástica.  Estos tienden a amoldarse al contorno del cuerpo para aportar sujeción.

Elegir almohadas de firmeza intermedia

Para los durmientes que cambian su postura a menudo, la mejor almohada será una que tenga una firmeza intermedia. Se adaptará a las diferentes situaciones durante la noche.

¿Qué relleno de almohada nos ayuda más?

En la actualidad existen diferentes tipos de rellenos. Estos influyen en el soporte, pero también en la altura y en la transpirabilidad de la almohada.

Almohadas sintéticas

Las que han gozado de protagonismo durante mucho tiempo son las sintéticas. Suelen estar fabricadas con fibras de poliéster y son de las más económicas. Entre sus características, destaca su capacidad para no retener el calor y su acogida progresiva con alta y rápida capacidad de recuperación.

Almohadas de espuma

Entre las que están fabricadas de espuma se encuentran las viscoelásticas. Destacan por retener la forma de la cabeza durante unos segundos. Son ideales para quienes no se mueven mucho durante la noche y necesitan evitar ciertos puntos de presión o poseen molestias cervicales. En caso contrario, pueden resultar incómodas. Generan un efecto de sujeción al crear un “molde” exacto de los puntos de apoyo. Aunque también depende de las preferencias personales.

Almohadas de látex

Las almohadas de látex, bien sea natural o sintético, ofrecen un buen soporte y firmeza. Tienen buena ventilación, algo importante para quienes sean calurosos y para quienes tienen alergia a los ácaros. También son duraderas, aunque es una cualidad que va ligada a la calidad del material.

Almohadas rellenas de plumas

Por último, en el mercado se pueden encontrar rellenos de plumas, habitualmente de oca o pato. La firmeza que ofrecen es baja, por lo que quienes mejor provecho podrán sacarle son aquellas personas que duermen bocabajo. Es importante tener en cuenta que no son la mejor elección para los alérgicos, ya que la pluma retiene los ácaros más que otros materiales, como, por ejemplo, el látex.

Otros tipos de almohadas especiales

En algunos casos, existen necesidades especiales que debemos considerar a la hora de elegir una almohada. Por ejemplo, si se padecen problemas cervicales o dolencias en el cuello, puede ser interesante considerar las almohadas ergonómicas.

Estos almohadones tienen una forma diferente a las tradicionales. La parte central tiene un hueco que se ajusta a la cabeza. De esta forma se libera la tensión que pueda generarse en el cuello para que no recoja el peso. Eso sí, este tipo de soporte solo es recomendable para dormir bocarriba; para otras posturas puede resultar incómodo.

Del mismo modo, estas almohadas ayudan a mantener despejadas las vías respiratorias, por lo que es recomendable para casos en los que se padezca apnea del sueño. También existen cojines que sirven para crear el soporte necesario durante el embarazo.

Sea cual sea tu preferencia, lo más importante es que compres tu almohada tras haberla probado. Para ello, recurre a tiendas especializadas donde podrás asegurarte de que tu elección es la idónea según tus gustos a la hora de dormir y tu tipo de colchón. Solo así podrás asegurarte de haber encontrado la mejor para ti.