dormir sin almohada

07 Nov Ventajas e inconvenientes de dormir sin almohada

¿Eres de los que se van a dormir sin almohada? En cuanto a las preferencias de descanso se refiere, cada persona es un mundo. Sin embargo, las almohadas son un accesorio común en la mayoría de las camas y muchas personas son incapaces de imaginarse sin una de ellas. Pero ¿son completamente necesarias? Su uso conlleva una serie de ventajas e inconvenientes según los hábitos de sueño y otras circunstancias. A continuación, vamos a explorar si es mejor dormir con o sin almohada y en qué casos es más recomendable.

¿Para qué sirve una almohada?

Las almohadas tienen una razón de ser básica y es por lo que su uso está tan extendido. Su objetivo es mantener la alineación de la columna vertebral durante el sueño. De esta forma se previenen los dolores que pueden aparecer tras haber pasado toda la noche en una postura inadecuada. El soporte que ofrecen debe adaptarse a la posición en la que dormimos; no es lo mismo el tipo de apoyo que se necesita si se duerme de lado que bocarriba, por ejemplo. Así, la elección del grosor (y del material) debería ser acorde a nuestros hábitos, de tal manera que disminuya los puntos de presión en el cuello y en los hombros.

Y encontrar la ideal no es una tarea fácil, de ahí que muchos puedan decidir dormir sin almohada. Sin embargo, esta decisión puede no ser la mejor para todo el mundo.

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¿Es bueno dormir sin almohada?

La respuesta corta es que, por norma general, no es recomendable. Sin embargo, hay algunas circunstancias en las que puede no ser un problema prescindir de ella. Si queremos dormir sin almohada, antes debemos considerar una serie de cuestiones. Para empezar, cuál es nuestra postura de descanso y si esta requiere de apoyo para mantener una buena colocación del cuello y de la espalda para que no repercuta en molestias posteriores.

Así, quienes duermen bocarriba y no se mueven mucho durante el sueño pueden sentirse cómodos sin ellas. En estos casos habitualmente se aconseja el uso de cojines con muy poca altura, al igual que para aquellas personas que duermen bocabajo. En cambio, quienes lo hacen de lado, necesitan usar una para evitar la curvatura del cuello y conseguir el correcto soporte del espacio que queda entre el cuello y el hombro. De lo contrario se pueden llegar a sufrir molestias y problemas cervicales.

Si te decides a probar a dormir sin almohada, es aconsejable que vayas disminuyendo de grosor progresivamente para que el cuerpo y postura se vayan habituando gradualmente. Ahí también influye contar con el colchón oportuno, para que ofrezca el apoyo y sujeción imprescindibles para que la espalda no sufra.

Los inconvenientes de dormir sin almohada: acumulación de tensiones y dolores musculares

El principal impedimento de no usar almohada es que el cuello y la cabeza no tengan un buen apoyo. Esto puede dar lugar a que la columna no quede bien alineada y causar una serie de inconvenientes tanto para nuestra salud física como para nuestro descanso:

  • No contar con un soporte para la cabeza que la mantenga en una buena posición puede generar rigidez y malestar en el cuello y en la espalda al despertar. Esto se debe a que durante la noche se pueden acumular tensiones en la zona de los hombros, el cuello y la parte superior de la espalda, lo que puede provocar a la larga contracturas musculares.
  • Si el esófago se mantiene completamente en posición horizontal, algo que sucede al prescindir de la almohada, se favorece la acidez estomacal y los reflujos, ya que pueden ascender con mayor facilidad. Esto puede interferir en el descanso, provocando el despertar durante la noche.
  • De nuevo, no contar con una adecuada alineación de la columna puede obstaculizar la respiración debido a que las vías respiratorias pueden quedar obstruidas. Esto es algo reseñable para quienes padecen apnea del sueño o ronquen.

¿Cuáles son los beneficios de dormir sin almohada?

Como hemos visto, es preferible usar una almohada. Solo en casos contados es posible desprenderse de ella, aunque no ofrece beneficios frente a su uso. Solo quienes padecen alergias a los ácaros pueden encontrar alguna ventaja al contar con algo menos de mobiliario en el que se acumule el polvo. Pero hoy en día existen almohadas y fundas hipoalergénicas que solucionan esta cuestión.

Lo más importante, y la tarea más ardua en muchas ocasiones, es encontrar la almohada apropiada. Si es tu caso, la recomendación es que siempre la pruebes antes de comprarla. Para ello, acude a nuestras tiendas especializadas para que puedan asesorarte según tus preferencias y circunstancias personales. Así tendrás garantizado un descanso de calidad sin sorpresas por la mañana provocadas por malas posturas durante el sueño.

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