espasmos al dormir

24 Ene ¿Por qué tienes espasmos al dormir? Descubre las causas y soluciones

Seguro que alguna vez has experimentado que, al estar a punto de quedarte dormido, de repente tu cuerpo da un salto involuntario que te desvela. Estos movimientos bruscos, conocidos como espasmos al dormir, son de lo más comunes. No suelen entrañar ningún problema, pero si son muy fuertes, pueden llegar a afectar a la calidad del sueño. A continuación, vamos a detenernos en conocer qué son estos movimientos y qué soluciones existen para minimizar los espasmos al dormir en adultos y también cuando compartimos cama con otra persona.

¿Qué son los espasmos al dormir?

Aunque comúnmente se les conoce como espasmos, también se les llama espasmos mioclónicos. Se trata de movimientos bruscos, involuntarios, que se producen justo en el momento en el que nos estamos quedando dormidos. Pueden darse en una o varias partes del cuerpo, como los brazos, las piernas o incluso el tronco, y suelen estar acompañados de una sensación de sobresalto con la que normalmente nos despertamos.

Los espasmos al dormir pueden resultar molestos, pero no suelen ser problemáticos; se dan en personas sanas. Sin embargo, si la frecuencia en la que se producen es alta o son muy intensos, es posible que acaben perturbando el descanso y también la salud.

Hay otros ejemplos y tipos de mioclonías muy comunes, como el hipo o los ocasionados por la ansiedad, y otros que aparecen debido a trastornos del sistema nervioso, como la epilepsia.

·> Descubre los Colchones Muelles de Flex para dormir como un niño

Espasmos al dormir hombres y mujeres: las causas más frecuentes

Este tipo de movimientos pueden estar provocados por diversos factores, que van desde los físicos a los psicológicos. Además, en muchas ocasiones se desconoce la causa real. Habitualmente, los espasmos al dormir se dan por una pérdida de control del sistema motor en las primeras fases del sueño y antes de quedarnos dormidos de manera profunda. Es ahí cuando un estímulo, bien externo, como un ruido, o bien una preocupación, hace que se reactive el control muscular, dando lugar a un movimiento repentino.

Aunque los espasmos al dormir en mujeres y en hombres son más comunes en el paso de la vigilia al sueño, también pueden darse durante este último, sin embargo, pueden ser leves y no llegar a despertarnos. Por otro lado, el estado anímico de la persona afecta y puede hacer que se produzcan con más frecuencia. Ocurre con estados de ansiedad, donde es habitual estar en un estado de alerta continuo y con tensión muscular.

Entre los factores físicos también se encuentra la práctica de ejercicio vigoroso, especialmente si se realiza poco tiempo antes de ir a dormir. La fatiga muscular puede hacer que los músculos se reactiven durante el descanso, perturbando la calidad del sueño. Más allá del deporte, las posturas que adoptamos en la cama también pueden influir, sobre todo si resultan incómodas.

Espasmos al dormir con tu pareja: ¿cómo reducir las sacudidas y no perturbar el sueño?

Cuando dormimos acompañados, este tipo de movimientos no solo pueden importunarnos a nosotros, sino también a nuestra pareja. Si son muy frecuentes pueden repercutir en el descanso de ambos. Por eso, aunque no es posible controlarlos del todo, sí que se pueden llevar a cabo una serie de pasos para tratar de minimizarlos en la medida de lo posible. Aquí van algunos consejos:

  • Evita hacer ejercicio intenso antes de dormir: como hemos visto, este tipo de prácticas puede generar fatiga muscular, lo que puede incrementar los espasmos. Hacer deporte es saludable y esencial, pero conviene realizarlo en horarios en los que no tenga consecuencias para nuestro sueño.
  • Evitar tomar estimulantes: especialmente cuando se acerca la hora de dormir. Sin embargo, también es aconsejable disminuir su ingesta durante el día para tratar de reducirlos. Igualmente, la nicotina también tiene efectos sobre el sueño, por lo que es conveniente reducir su consumo o pararlo.
  • Crea horarios regulares para dormir: esto te ayudará a ir preparándote para ir a la cama e ir entrando en un estado de relajación, lo que reducirá la posibilidad de sufrir espasmos al dormir.
  • Elige un mobiliario de descanso que se adapte a ti: tener un colchón y almohada que respondan a tus necesidades y sean adecuados a la forma en la que duermes es crucial para evitar malas posturas y tensiones innecesarias que pueden desembocar en mioclonías.

Además de estas recomendaciones, conseguir una buena higiene del sueño también ayudará a generar un estado de calma que favorecerá que duermas más tranquilo y con menos espasmos. Trata de no usar pantallas antes de ir a la cama, ya que la luz azul de estos dispositivos puede llegar a interferir en la producción de melatonina del organismo y, en consecuencia, alterar el sueño. Si pese a todo tienes espasmos intensos o persistentes, no dudes en consultar con un especialista médico para descartar otros problemas.

Aún no hay comentarios, ¡deja el tuyo!

Añadir comentario