cómo dormir con tos

21 Ago Qué hacer para dormir cuando tienes tos

Dormir con tos puede ser misión imposible. O al menos muy complicado. Pese al cansancio que podamos sentir, al meternos en la cama puede que nos complique cerrar los ojos y conseguir un sueño reparador. Y es que estar tumbado favorece este tipo de molestias; las vías respiratorias se cierran más que en otra posición y facilita la tos. Esto se agrava si estamos resfriados o acatarrados, lo que puede llegar a ser un verdadero incordio. ¿Cómo dormir con tos? La buena noticia es que podemos llevar a cabo una serie de acciones para mejorar esta incomodidad y conseguir caer en los brazos de Morfeo.

¿Qué provoca la tos?

La tos, aunque suponga un fastidio, no es más que un mecanismo reflejo generado como defensa natural de nuestro organismo ante la presencia de algún agente externo. Con él se trata de mantener despejadas y limpias las vías respiratorias. Las causas más comunes suelen ser los resfriados y las alergias y no suelen durar más de 2 o 3 semanas. También existen otras condiciones que pueden ocasionar su aparición, como lo es el asma o la bronquitis. Estas enfermedades pueden hacer que se alargue más en el tiempo e incluso provocar la cronicidad.

Para saber cómo dormir cuando tienes tos lo primero es diferenciar los tipos principales que hay según si existe o no expectoración, es decir, mucosidad.

  • La tos seca se da cuando no hay expectoración. También se la conoce como no productiva y es común en quienes padecen asma.
  • La tos húmeda o productiva es la que sí se produce con mucosidad. Se da cuando el organismo trata de expulsarla junto a aquellos agentes causantes de una infección.

Consejos para dormir con tos

Para poder descansar y que la tos no nos impida conciliar el sueño, hay una serie de cosas que pueden ponerse en práctica.

Hidratación

Una de las claves es mantener la hidratación. Esto se consigue bebiendo suficiente agua a lo largo del día, no solo durante la noche. También una ducha o baño caliente puede ayudar; los vapores harán que la mucosidad acumulada no permanezca tan densa. Del mismo modo, si se debe a un resfriado, facilitará que las vías respiratorias se despejen.

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Vapores

En la misma línea, inhalar vapores es una pequeña acción que puede favorecer que durmamos mejor. Podemos añadir algún aceite esencial, como el de tomillo o eucalipto. La lavanda, además de relajante, tiene un efecto antiséptico que resulta beneficioso en estos casos.

Infusiones

Las infusiones calientes que incluyan miel, jengibre y limón son una buena opción para calmar la irritación de garganta que puede provocar la tos constante. Contribuyen a humedecer la zona, lo que hará que respires mejor mientras duermes. Se pueden beber o hacer gárgaras con ellas. Una opción similar pueden ser los caramelos sin azúcar. Nos ayudarán a mantener la humedad de las mucosas. Los que contengan jengibre o eucalipto serán las mejores opciones.

Humidificador en el dormitorio

Si has probado todos los consejos y aun así te preguntas cómo dejar de toser por la noche, puedes incorporar un humidificador en el dormitorio. Ayuda a mantener, de nuevo, la hidratación de la garganta. De esta forma evitarás que se seque y tendrás más probabilidades de descansar de manera continuada.

Posturas más indicadas para no toser

¿Y cómo dormir para no toser? ¿Existe alguna postura que ayude? Lo cierto es que lo más recomendable es colocarse de lado y evitar posiciones en las que permanezcamos estirados porque pueden hacer que se encuentren más dificultades al respirar. También puedes añadir una almohada o cojín para que la cabeza se sitúe algo más elevada de lo habitual.

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Ventilación y limpieza

Por otro lado, si la tos es generada por alergias, debemos limitar los alérgenos en la habitación. Dependiendo de qué la cause, puedes considerar una serie de cuestiones para disminuir la proporción de alérgenos: Cambiar las sábanas con asiduidad hará que los ácaros no se acumulen en exceso. Beneficiará a quienes sean sensibles al polvo, pero también al polen.

La ventilación de las estancias es importante. Lo ideal es aprovechar para airear las primeras horas de la mañana. Es en esos momentos cuando la humedad del ambiente hace que la concentración de polen sea algo menor que durante el resto del día. Después, cierra las ventanas y no las abras. Además, existen fundas de colchones y almohadas hipoalergénicas y antiácaros que pueden ser muy útiles para reducir las molestias asociadas a los alérgenos.

Obtener las horas adecuadas de sueño de calidad al día es algo crucial para nuestra salud. Sin embargo, la tos ocasional puede provocar que no obtengamos un período de descanso suficiente. Si esta molestia se prolonga en el tiempo como para que influya en tu bienestar, consulta con un especialista médico para encontrar la mejor solución.

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