
05 Ene Beneficios de la siesta: Por qué dormir después de comer, por el Dr. Albares
La siesta es un hábito saludable que se ha ido perdiendo debido al ritmo de vida actual. Se ha terminado relegando a un segundo plano, realizándola en muchas ocasiones, sólo en aquellos días en lo que no tenemos que ir a trabajar por la tarde. Sin embargo, deberíamos conocer los beneficios de la siesta para retomar una costumbre de descanso.
¿Por qué tenemos ganas de echar la siesta?
Los seres humanos somos los únicos animales que dormimos una vez al día. Aunque, en realidad, deberíamos dormir en 2 periodos. Nuestro sueño natural es bifásico, es decir se reparte en dos momentos distintos.
Un periodo principal nocturno y un periodo de sueño diurno hacia el mediodía, la siesta. Lo recomendable para descansar bien por la noche es hacerlo con colchones adecuados y dependerá de las necesidades de cada persona. En cambio, para echar la siesta se recomienda hacerlo desde un sofá en lugar de la cama.
Condiciones para una buena siesta
Para que la siesta sea reparadora es importante hacerla en las condiciones adecuadas:
- El lugar donde la realizaremos debe ser cómodo, estar libre de ruido y luz intensa y con una temperatura adecuada. No se recomienda meterse en la cama para dormir la siesta, es mejor reclinarse en un sillón o en el sofá.
- No más de 30 minutos deberían ser suficientes para notar sus efectos reparadores y despertar de la siesta La necesidad de dormir más rato puede ser indicativo de la existencia de un trastorno de sueño, y debe ser valorado por un especialista en medicina del sueño.
- La hora ideal de la siesta se sitúa entre las 13h y las 17h, después de la comida. En ese momento, la temperatura corporal y la presión arterial descienden, lo que ayuda a la aparición de somnolencia.
Beneficios de echar la siesta
Establecer la siesta como una rutina tiene grandes beneficios para nuestra salud, tanto física como mental. Entre ellos, destacamos:
- Reducción del estrés y del riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Cuando dormimos liberamos hormona de crecimiento. Estimula el sistema inmunológico, contribuye a la reducción del estrés, la reparación muscular y a la pérdida de peso. Esta hormona frena el aumento del cortisol. Esta es la hormona que aumenta la intolerancia a la glucosa y a la grasa y debilita el sistema muscular e inmunológico.
- Disminución de la tensión arterial y del ritmo cardíaco.
- Aumento de las capacidades cognitivas, facilitando el aprendizaje después del descanso. También mejora de la capacidad de concentración, aumenta de la creatividad, mejora los reflejos y la resolución de problemas.
- Mejora del estado anímico, por el efecto de la serotonina, que proporciona una sensación de bienestar.
Grandes empresas se están dando cuenta de los beneficios que tiene que sus trabajadores duerman la siesta a nivel de productividad, y están habilitando espacios para que éstos puedan tomarse el descanso después de comer.
Recuperar el hábito de parar tras el almuerzo debería estar entre nuestras prioridades. Como expertos en descanso, recomendamos siempre consultar con nuestros especialistas a la hora de elegir el sistema de descanso, ya sea elegir un colchón viscoelástico o muelles, así como un sofá o base.
Fundador y director de Medicina del Sueño Doctor Albares, Centro Médico Teknon.
Especialista europeo en Medicina del Sueño (titulado por European Sleep Reseach Society en el año 2014) y miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES) y de la Sociedad Europea del Sueño.
Colegiado por el colegio de Médicos de Barcelona y especialista en Neurofisiología Clínica.
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