11 Abr Colchones que dificultan el sueño
No poder dormir cuando llega la hora es algo bastante común, pero no por eso deja de ser un problema. En ocasiones, se trata de épocas en las que estamos sometidos a un mayor estrés. Y nos puede pasar factura por la noche. En otras, la causa por la que damos vueltas en la cama a pesar de estar cansados puede ser mucho más simple y de fácil solución: el colchón.
Si has pensado más de una vez “tengo sueño pero no puedo dormir” y hace tiempo que no renuevas tu mobiliario de descanso, puede que estés ante la fuente de tu malestar. Conocer los aspectos clave que debe cumplir un colchón para que aporte el soporte necesario al cuerpo es crucial para mejorar la calidad del sueño. Vamos a recorrer algunas señales que pueden indicar que el mal descanso puede deberse a tu cama.
Causas más comunes del insomnio
El insomnio o la dificultad para conciliar el sueño puede deberse a diferentes factores que, además, dependen de la edad. Por lo general, el estrés es uno de los principales problemas que impiden dormir. Atajarlo puede ser complicado, pero sí que hay algunas cosas que pueden hacerse para tratar de disminuir la actividad mental por la noche.
Para evitar estar rumiando y planificando lo que tienes que hacer el día siguiente, una buena solución es pasarlo a papel. Bien sean listas o cuestiones importantes que tienes que abordar, por ejemplo, en el trabajo. De esta manera nos desharemos de la sensación y el temor a olvidar algo. Podremos confiar en que al día siguiente podremos trabajar en aquello que nos mantiene despiertos.
También son importantes las cenas o comidas antes de dormir. Lo ideal es ingerir alimentos ligeros para que la digestión no repercuta en el descanso. E igualmente, no realizar actividades que activen nuestro organismo unas horas antes de ir a la cama, como, por ejemplo, el ejercicio físico.
Los malos hábitos del sueño son otra cuestión que puede resultar problemática. Se recomienda usar la cama solo para descansar. Lo que implica que no deben verse series o películas, leer o escuchar la radio, y solo debemos acudir a ella cuando ya estemos soñolientos. Claro que, si una vez acostados, no encontramos la postura adecuada y en vez de permanecer relajados nos desvelamos, el problema puede estar en que el colchón no es el más adecuado para ti.
Influencia del colchón en el descanso
Las condiciones de la habitación en la que pasamos la noche influyen sobremanera en el reposo nocturno. ¿Has pensado alguna vez en la manera en la que repercute tu cama en la calidad de tu descanso? Si no estás cómodo en ninguna de las posturas en las que intentas iniciar el sueño y, cuando consigues dormir, te levantas con dolores, no estás obteniendo un descanso de calidad. Y esto afecta a la energía con la que afrontas el día y a tu bienestar en general.
Existe una serie de problemas comunes que pueden hacer que no duermas bien debido a tu cama:
- Si tienes un colchón demasiado firme, la musculatura no se relajará adecuadamente. Esto provoca incomodidad, pero también tensión en el cuerpo. En consecuencia, es probable que se te pase por la cabeza “tengo sueño pero no puedo dormir”. Mientras das vueltas en la cama sin encontrar una postura cómoda que te proporcione la tranquilidad necesaria para descansar. Además, los colchones excesivamente duros pueden provocar dolores de cuello y espalda.
- Algo similar ocurre cuando tratamos de descansar en un colchón demasiado blando. La sensación principal es de hundimiento y de estar atrapado, algo que dificulta la movilidad. Por otro lado, este tipo de camas no suele aportar el soporte necesario para el cuerpo. Pueden generar ciertas dolencias en las articulaciones.
- Por norma general, los colchones deben cambiarse entre los 7 y 10 años de uso. Aunque todo dependerá de la calidad de los materiales con los que estén fabricados. Cuando supera su vida útil, una cama pierde la capacidad de ofrecer un soporte adecuado y no brinda el nivel de comodidad al dormir. Por ello, la frase de “intento dormir pero no puedo” puede que se repita con cierta periodicidad cuando intentas descansar.
- Los materiales del colchón también intervienen en el sueño. La mala calidad de los componentes no solo puede no ofrecer buenos apoyos para el alivio de los puntos de presión del cuerpo. Además, provocará que la durabilidad de la cama sea menor y causará que pierda la forma antes.
Importancia del dormitorio para el sueño
Si quieres ser capaz de conciliar el sueño con mayor facilidad, convierte el dormitorio en una habitación relajante y solo destinada a dormir. Para elegir un colchón que garantice la calidad del descanso debes tener en cuenta tus necesidades. Para ello, es crucial considerar el número de personas que se acostarán en ella. También si se padecen dolores o problemas de musculatura o articulaciones.
Piensa que una buena cama debe ser firme pero también tiene que brindar adaptabilidad al cuerpo. De tal manera que no ejerza demasiada presión sobre quienes duermen. Por otro lado, los materiales deben permitir la transpiración para que el colchón tenga un buen mantenimiento y se conserven sus propiedades el máximo tiempo posible. Y por último, si tienes dudas, acude a profesionales que puedan aconsejarte.
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