29 May ¿Qué debe tener la rutina de sueño de nuestros hijos? por Educar es Todo

El descanso, como ya hemos visto, es fundamental para todos. Los niños, para su desarrollo y bienestar, necesitan dormir y descansar. Y nosotros, como padres, necesitamos que duerman. Por eso es vital enseñarles una buena rutina de sueño a nuestros hijos.

¿Cómo de importante es acostumbrarse a dormir?

Sabemos que el descanso es algo determinante en nuestro día a día. Y por eso hemos de saber cómo lograr que el sueño de toda la familia sea reparador. Que podamos descansar para tener, en definitiva, en una vida más plena y feliz.

Pero el sueño no es igual para todos, como explica la psicóloga Patricia Ramírez. «El sueño es algo muy personal. Cada uno tenemos que observar las actividades que nos activan y las que nos ‘desconectan’. Así podremos llegar a la hora de dormir lo más relajados posibles y conciliar fácilmente el sueño».

Por tanto, una vez que conozcamos nuestras necesidades podremos aplicar una buena higiene del sueño y unas buenas rutinas. Esto debemos hacerlo también con los más pequeños. Crear una rutina de sueño para nuestros hijos que repetiremos diariamente para lograr ese ansiado descanso reparador. Esto incluye unos horarios de sueño y unas actividades recomendadas.

Elementos de una buena rutina de sueño para nuestros hijos

Aún así, hay elementos comunes que ayudan a conciliar ese sueño. Y entre ellas están las siguientes:

Ejercicio físico

«El deporte favorece mucho la calidad del sueño. Si a nosotros o a nuestros hijos nos cuesta conciliarlo, lo recomendable es no practicarlo a última hora de la tarde», nos explica Patri.

Meditación

«Realmente es una opción maravillosa, pero realizarla justo antes de dormir no está indicada porque requiere un esfuerzo cognitivo que nos activa, así que hemos de practicarla a otras horas».

Actividades estimulantes

En este caso, es un punto que debemos evitar. Aquí se incluyen actividades con luces y sonidos, como los videojuegos, o las que requieren mucha concentración, como los juegos de mesa. Intenta que los eviten dos horas antes de ir a la cama.

Alimentación

«Hemos de vigilar las digestiones, los alimentos que nos sientan bien y nos ayudan a dormir y sobre todo la hora de la cena, que en nuestro país es tardísima. Nuestros hijos acaban cenando a las diez de la noche cuando esa es la hora tope a la que se tendrían que estar acostando. Es una barbaridad el horario que seguimos a veces marcado por actividades extraescolares o por retrasar las cenas, el baño y la hora de dormir», nos recomienda la psicóloga.

Habitación adecuada

Es un factor al que se le da importancia casi por inercia. Debemos intentar que nuestros hijos duerman en un dormitorio ideal: sin luz, sin rudo, cómoda y con buena temperatura.

Horario rutinario

A partir de una determinada hora, Patricia nos recomienda realizar las mismas actividades cada día. Pueden estar marcadas por eventos como la cena o la ducha. Que nuestros hijos entiendan que ese evento marca el ‘camino’ hacia el descanso.