14 Feb La siesta, ¿es o no saludable ? por el Dr. Albares

Siesta, del latín sexta (hora), tiempo que equivalía al mediodía, momento en el cual los romanos solían descansar y dormir. En consecuencia, a este breve sueño para evitar la hora de más calor se le empezó a llamar en el latín ibérico “sexta” y más tarde “sesta” y ya en castellano actual “siesta”. Algunas personas consideran que dormir la siesta es un hábito irrenunciable de nuestra cultura. Para otros es un buen remedio para aliviar la falta de sueño nocturno. La siesta es una necesidad fisiológica de nuestra especie que se ha ido perdiendo con los años, debido en parte al estilo de vida acelerado y sobrecargado que llevamos, pero cuánto debe durar una siesta para que sea saludable.

Cuánto debe durar una siesta

Hay que recordar que nuestro patrón de sueño es bifásico: consiste en un periodo principal de sueño nocturno y un breve periodo de sueño diurno en torno al mediodía, conocido como siesta. Sin embargo, la duración de la siesta es clave para aprovechar sus beneficios sin afectar al descanso nocturno.

• Siestas cortas (10-20 minutos): las más recomendadas, ya que permiten mejorar el estado de alerta, la memoria y la productividad sin provocar inercia del sueño.
• Siestas de 20-30 minutos: siguen siendo beneficiosas y no suelen interferir en el sueño nocturno, pero se debe evitar prolongarlas.
• Siestas largas (+30 minutos): pueden generar somnolencia residual y afectar la conciliación del sueño por la noche, siendo recomendables solo en casos de déficit de sueño severo.

La siesta no debe forzarse. Después de comer es normal notar somnolencia debido al aumento de la temperatura periférica y el proceso digestivo. Sin embargo, si se sobrepasan los 30 minutos, se corre el riesgo de entrar en fases profundas del sueño, lo que puede generar desorientación y afectar la actividad posterior.

Beneficios de la siesta breve

Dormir una siesta breve de menos de 20-30 minutos es reparador y no debería provocar perjuicio o insomnio en la noche siguiente. Además, tiene importantes beneficios para la salud:

• Mejora las capacidades cognitivas y el estado de ánimo.
• Regula la tensión arterial y protege el sistema cardiovascular.
• Reduce el estrés y mejora la productividad laboral.

Un estudio mostró que los trabajadores que dejaron de hacer la siesta incrementaron su riesgo cardiovascular entre un 37 y un 60% respecto a aquellos que mantenían el hábito de dormir una breve cabezadita.

¿Cuándo evitar la siesta?

Si tenemos un sueño de calidad y reparador de entre 7 y 9 horas durante la noche, podríamos no necesitar la siesta. Sin embargo, puede ser especialmente necesaria en personas con sueño fraccionado, poco profundo o con trastornos como la Apnea Obstructiva del Sueño.

Para las personas de edad avanzada, la siesta puede ayudar cuando el sueño nocturno es más fraccionado, pero debe evitarse que sea prolongada o numerosa a lo largo del día, ya que podría alterar los ritmos circadianos y empeorar el sueño nocturno.

Consejos para una siesta efectiva

Saber cuánto debe durar una siesta es fundamental. Por eso, estos consejos te ayudarán a aprovecharla al máximo:

• Evitar la cama: Es preferible utilizar un sillón o un lugar cómodo, pero no demasiado.
• No superar los 20-30 minutos: Para evitar la inercia del sueño y el mal humor al despertar.
• Elegir la mejor hora: La siesta no debe extenderse más allá de las 15-16h para no afectar el sueño nocturno.

La siesta en el mundo laboral

Investigaciones en el ámbito aeronáutico acuñaron el término de “siestas energéticas”, aquellas tomadas al principio de un vuelo de larga duración para reducir los microsueños en las etapas finales. Estos beneficios también han sido reconocidos en el mundo laboral, y algunas empresas han comenzado a habilitar espacios adaptados para la siesta, mejorando la productividad y el bienestar de los trabajadores.

En cualquier caso, la siesta debe adaptarse a cada persona y ajustarse a sus necesidades individuales para optimizar sus beneficios sin perjudicar el descanso nocturno.