
22 Ago Ashwagandha: que es y cuáles son sus beneficios
Entre los múltiples suplementos alimenticios, infusiones y cápsulas que cada vez más personas incorporan a su dieta, se encuentra la ashwagandha, un remedio que nada tiene de nuevo, pero que en los últimos años ha ido ganando adeptos. Sus beneficios se relacionan con la reducción del estrés y la ansiedad, así como el aumento de energía. Pero ¿la ashwagandha qué es exactamente? ¿y cuáles son sus efectos? A continuación, vamos a explicar su origen, además de cómo tomarla y lo que debes saber antes de hacerlo.
¿Qué es la ashwagandha?
La ashwagandha, también llamada ginseng indio, es una planta usada habitualmente en la medicina tradicional india o ayurveda desde hace siglos. Proviene de un arbusto de hoja perenne y comúnmente se ha empleado para tratar diversos problemas de salud. Sin embargo, destaca su uso como adaptógeno, lo que significa que se le atribuyen efectos que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés físico, mental y emocional, promoviendo el equilibrio general del organismo.
Su popularidad ha ido creciendo en los últimos años en el mundo occidental por sus propiedades para mejorar el bienestar, la energía y el descanso, de ahí que se utilice para ayudar a gestionar el estrés y la ansiedad. Además, la versatilidad en formatos y la facilidad para incorporarlo a la rutina diaria han hecho que cada vez más personas recurran a ella como complemento natural.
Ashwagandha beneficios: mejora el descanso y reduce el estrés
Una vez visto su origen, conviene conocer las cualidades que se le atribuyen y de las que pueden beneficiarse algunas personas. Entre los principales bioactivos de la planta se encuentran los withanolides, un conjunto de compuestos esteroideos que poseen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antiestrés. Además, son responsables de muchas de los efectos terapéuticos asociados a la ashwagandha, entre los que destacan:
- Reducir la ansiedad: diferentes estudios sugieren que la ashwagandha contribuye a reducir los niveles de estrés y ansiedad, especialmente cuando se toma por vía oral.
- Mejorar la calidad del sueño: su efecto relajante sobre el sistema nervioso propicia el estado idóneo para descansar con facilidad, lo cual resulta útil en casos de insomnio. Más allá de sus propiedades somníferas, algunas investigaciones apuntan a que mejora la duración y la calidad del sueño, y reduce los despertares nocturnos.
Estos beneficios son los más conocidos, pero también se le relacionan otros, como el aumento de energía durante el día, la mejora de la concentración, el refuerzo del sistema inmunológico y un mejor rendimiento cognitivo.
Los beneficios de la ashwagandha para la mujer
Entre los diversos beneficios de la ashwagandha, hay algunos que pueden resultar especialmente útiles para las mujeres. Entre ellos, destaca su capacidad para favorecer el equilibrio hormonal, lo que puede ser de gran ayuda durante el ciclo menstrual o en la etapa de la menopausia. En estos casos, puede contribuir a reducir algunos síntomas como los sofocos, la irritabilidad o la falta de concentración.
También se le atribuye un efecto positivo sobre la libido, tanto femenina como masculina, así como sobre el estado de ánimo y la gestión del estrés. Estos factores repercuten directamente en el bienestar físico y emocional, de ahí que la ashwagandha pueda convertirse en una aliada para afrontar con más energía y equilibrio el día a día.
¿Cómo tomar la ashwagandha?
La ashwagandha puede tomarse sola de varias formas, pero también puede combinarse con otras hierbas para potenciar algunos de sus beneficios. Además, las distintas partes de la planta tienen diferentes concentraciones de los activos, por lo que conviene saber qué formato elegir según el objetivo.
Las formas más sencillas de integrar la ashwagandha en la rutina diaria son mediante la infusión de su raíz o a través de suplementos como cápsulas. También está disponible en polvo, un formato que permite añadirla fácilmente a batidos y bebidas. En todos los casos, siempre conviene seguir las indicaciones del fabricante y no superar las dosis recomendadas.
Cuando lo que se quiere lograr es mejorar el rendimiento cognitivo, es conveniente tomar la ashwagandha siempre a la misma hora cada día. Además, los preparados combinados con otros ingredientes como el ginseng, pueden potenciar sus efectos.
Las contraindicaciones de la ashwagandha
Aunque se trata de un remedio natural, no debemos olvidar que la ashwagandha puede provocar efectos adversos en algunas personas o interactuar con ciertos medicamentos. Por eso, siempre hay que informar al médico cualquier suplemento que se esté tomando.
Por otro lado, hay ciertos casos en los que esta planta está contraindicada. Por ejemplo, no se recomienda durante el embarazo o la lactancia, ya que podría afectar al desarrollo del feto o del bebé. Tampoco suele aconsejarse en personas con enfermedades autoinmunes, problemas con el tiroides o problemas hepáticos.
A pesar de que sus cualidades se han aprovechado desde hace siglos, es ahora cuando la investigación científica está profundizando en ellas, por lo que aún hay cuestiones que se desconocen de la ashwagandha. Además, no se trata de un remedio milagroso y, de hecho, en tratamientos para la ansiedad, conviene elaborar un plan integral que no se base solo en la ingesta de suplementos. Dicho esto, la ashwagandha puede ser un recurso interesante siempre que se consuma con responsabilidad y, cuando sea necesario, bajo supervisión profesional.
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