05 Jun Tipos de cubrecolchones que hay y cuál elegir para tu cama
Existen diferentes complementos que nos pueden ayudar a asegurar que nuestras noches nos ofrezcan un sueño reparador. Un buen colchón, un somier y una almohada son solo algunos básicos de los diferentes que componen la ecuación de un descanso de calidad. Más allá de estos elementos, podemos añadir uno de los distintos tipos cubrecolchón para disponer de una capa adicional de confort en nuestra cama. Estos cumplen varias funciones y pueden dar respuesta a algunos de los problemas más comunes con nuestros colchones, como vamos a ver a continuación.
¿Para qué sirve un cubre colchón?
Un cubrecolchón es un accesorio que se coloca sobre la superficie del colchón, de ahí que también se le conozca como protector. Se trata de un recubrimiento extra que puede variar tanto en grosor como en el material del que está fabricado. Dependiendo de estas dos características puede cumplir objetivos variados, aunque ofrece una serie de ventajas generales.
- Sirve de protección al colchón. En el caso de los protectores impermeables, ayudan a preservar la cama de manchas, derrames, desgaste y del sudor y, al fin y al cabo, esto se traduce en una mayor durabilidad de sus propiedades. Resulta de especial utilidad en aquellos colchones que, por su composición particular, no pueden lavarse o higienizarse con facilidad.
- Agrega un extra de comodidad, lo que se traduce en una mejora en la percepción y el tacto de la cama. Esto puede facilitar conciliar el sueño y lograr dormir con mayor profundidad. Además, también puede ayudar a cambiar la sensación del colchón.
- Contribuye a regular los cambios de temperatura. La composición de algunos protectores ayuda a mejorar la circulación y evitar los cambios de temperatura durante la noche.
Tipos cubrecolchón: desde sin relleno hasta con relleno de fibra
En la actualidad podemos encontrar diferentes clases de cubrecolchones. Todos ofrecen una serie de ventajas y desventajas y su elección deberá estar subordinada a las necesidades particulares de los durmientes. En función de sus características, el rango de precios también variará, al igual que su idoneidad para según qué casos.
- Cubrecolchones acolchados con fibra: Los cubrecolchones acolchados con fibra favorecen la circulación de aire entre el usuario y el colchón, ayudando a mantener una temperatura constante durante la noche. Aporta un pequeño plus de confort sin cambiar la acogida del colchón. Absorben muy bien la humedad para un confort duradero toda la noche. El cubrecolchón acolchado Algodón de Flex es perfecto para un extra de confort gracias a su relleno de fibra. Reduce los puntos de presión con el colchón para un mejor descanso durante la noche y su capacidad de transpirabilidad es elevada gracias a sus fibras con canales de aireación en cada filamento.
- Protectores no acolchados: Los protectores no acolchados suelen tener una fina capa de poliuretano que impermeabiliza el producto. De esta manera, se consigue una protección total del colchón, asegurando que no se manche o que la suciedad pueda penetrar en el interior del colchón. Además, son productos con una capacidad de circulación de aire muy elevada, por lo que el confort queda asegurado. Flex cuenta con el protector Tencel® que es un producto 100% natural, suave y con protección natural antibacteriana. Ayuda a crear un ambiente saludable cuidando las pieles más sensibles. Flex también cuenta con otros protectores como el Rizo Impermeable que gracias a su tejido de algodón absorbe de manera óptima la humedad para mejorar la comodidad.
Vistas las diferentes opciones, ¿cómo elegir entre los diferentes tipos cubrecolchón el más apropiado? Dependiendo de las características de tu colchón y lo que necesites, deberás optar por el material que se adapte a ti. Lo ideal es que, teniendo en cuenta tu cama actual, te pongas en manos de especialistas y te muestren las distintas opciones hasta encontrar la que sea mejor para ti.
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