28 Ene ¿Qué problema tenemos con los microplásticos?
En unas pocas décadas hemos plastificado nuestros mares y nuestros bosques. 359 millones de toneladas de un material que nos sobrevivirá a todos. Cada minuto vertimos al mar el equivalente a un camión de residuos plásticos. Aunque no lo creas, esta pesadilla comenzó con una partida de billar. Si quieres saber más, descúbrelo en este vídeo.
Cada día llegan al océano más de 8 millones de trozos de plástico. Existen islas de basura de hasta 1,6 millones de kilómetros cuadrados. No hace falta más que mirar a nuestro alrededor para entender que el problema es grave. Sin embargo, las noticias son incluso peores. Hace ya unos años se escucha la palabra «microplásticos«. Trozos de menos de medio centímetro que encontramos flotando en los océanos por billones.
¿Qué son los microplásticos y cómo afectan a los ecosistemas?
Los microplásticos han llegado a los confines de nuestro planeta. Desde los 10.000 metros de profundidad de la Fosa de las Marianas a los 8.400 de altitud del Éverest. Algunos vienen ya fueron creados diminutos, para productos de higiene personal; en cambio, otros se deben a la erosión de piezas más grandes producida por el sol y el oleaje. Y claro, tras estos números tan descorazonadores hay, en realidad, consecuencias. Entre otras cosas, los microplásticos pueden acumularse en el cuerpo de los seres vivos (incluido nuestro propio organismo), liberando sustancias tóxicas empleadas durante su producción.
Impacto de los microplásticos para nuestra salud
Todavía es pronto para conocer el impacto que tienen exactamente en nuestra salud. Pero sabemos a ciencia cierta que afectan, al menos, a un 17% de las especies marinas. Solucionar un problema así no será fácil, aunque todavía hay esperanza. En nuestras manos está reducir el plástico que compramos, reutilizarlo todo lo posible y, al final de su vida, depositarlo en un contenedor de reciclaje. No obstante, el verdadero cambio pasa por implicar a empresas, gobiernos e instituciones para que, con subvenciones, premios y castigos, cambien sus malos hábitos.
¿Cómo solucionar el problema de los plásticos?
De esta forma pueden estimularse medidas como las que está tomando FLEX® con su nuevo colchón SEAQUAL POCKET. Confeccionado, en parte, con plásticos reciclados que recogen del mar. De este modo se enfrentan al problema desde dos ángulos complementarios. Por un lado, contribuyen a reducir algo la descomunal cantidad de plástico que flota a la deriva y, a su vez, lo reciclan evitando que sea incinerado, lo cual contribuiría a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero. Cada colchón recicla el equivalente a 65 botellas de plástico recuperadas del océano, y esto es solo el principio.
Durante los próximos años veremos un aumento en el número de iniciativas que, de forma más o menos modesta, afronten y visibilicen el problema de los microplásticos. La solución no pasa necesariamente por sustituirlo totalmente, sino por investigar nuevas formas de tratar sus residuos: plásticos biodegradables, sustancias capaces de descomponerlo o bacterias que se alimenten de él. Porque, como hemos visto, esta pesadilla empezó con una partida de billar, pero todavía podemos elegir cómo termina.
Aún no hay comentarios, ¡deja el tuyo!