08 May Los mejores cuentos infantiles para dormir
¿Qué hay mejor que unos cuentos infantiles para dormir a los más pequeños de la casa? El momento de acostarlos puede suponer un reto en muchos casos, y especialmente que se queden dormidos y relajados. Sin embargo, también puede ofrecer un espacio de conexión entre padres y/ o madres e hijos mientras se disfruta de un tiempo de calidad juntos. Los cuentos infantiles para dormir cortos son una buena opción, porque además ayudan a crear un ambiente tranquilo que los transporta a un mundo de calma a través de las historias. Por eso, a continuación, presentamos una pequeña selección y algunos consejos para crear la atmosfera idónea para propiciar el sueño.
Algunos cuentos infantiles para dormir en español
La elección de un cuento puede depender de varios factores. Para empezar, no debería ser demasiado emocionante porque podría producir el efecto opuesto al que se busca; no queremos excitar a los pequeños y que se queden despiertos. Y, por otro lado, la narración escogida no les debe dar miedo, ya que esto les puede provocar pesadillas; por el contrario, debería tranquilizarlos y mantenerlos en un estado de sosiego. También hay otros aspectos a considerar, como los gustos personales y la edad. Para que haya donde elegir, aquí van algunas ideas de cuentos infantiles para dormir:
● El pollo Pepe, de Nick Denchfield (de 1 a 2 años). Se trata de un divertido libro con pop-ups y desplegables que tiene como protagonista a Pepe, un pollito algo tragón y que no para de crecer. Además de la interactividad que ofrece, si es del agrado del pequeño, existen varios cuentos más en el que el ave comparte aventuras con sus amigos y recorre diferentes experiencias.
● ¿A qué sabe la luna?, de Michael Grejniec (de 2 a 4 años). Este satélite es una incógnita en general para las niñas y niños, pero también para los animales que pueblan las páginas de este libro, que se mueren por probarla para averiguar a qué sabe. A partir de esta premisa, los diferentes personajes inventan ingeniosas y delirantes estrategias para intentar alcanzarla mientras colaboran entre ellos.
● El ratón que quería hacer una tortilla, de Davile Cali (de 0 a 4 años). Un libro ilustrado que cuenta las andanzas de un ratón que quería hacer una tortilla, pero que se encuentra en la tesitura de no tener huevos para poder cocinarla. Bajo esta premisa, el protagonista recorre la casa de sus vecinos, mostrando la cooperación entre los diferentes animales.
● El monstruo de colores, de Anna Llenas (de 2 a 4 años): Un monstruo que, junto a una niña, enseñan a poner en orden las diferentes emociones que sentimos. Es por eso por lo que es ideal para, más allá de dormir, ayudar a las criaturas a reconocer y gestionar las emociones.
● La pequeña oruga glotona, de Eric Carle (a partir de 2 años): Una oruga con un hambre voraz que recorre el libro atravesándolo hasta convertirse, más tarde, en una mariposa.
● La visita, de Núria Figueras y Anna Font (a partir de 4 años): Es uno de esos cuentos infantiles para dormir que transmiten tranquilidad, al mismo tiempo que propone cómo gestionar el silencio en una sociedad con cada vez más ruido y estímulos. Lo protagoniza una raposa a la que su madre la deja en su madriguera durante unas horas mientras va a trabajar. En ese tiempo tendrá que convivir con el silencio, hasta el punto de valorar su compañía.
¿Son preferibles los cuentos para dormir largos o cortos?
Aunque suele haber cierta predilección por los libros cortos, lo cierto es que los cuentos infantiles para dormir largos también ofrecen una serie de ventajas. En ocasiones, los que se pueden leer en unos pocos minutos pueden ser demasiado escuetos para que a la niña o al niño le dé tiempo a conciliar el sueño. Los que poseen una mayor extensión permiten leerlos a demanda, es decir, hasta que comiencen a dar las primeras cabezadas.
Además, facilitan crear un habito, tanto de descanso como de lectura, en la que la historia va transcurriendo a lo largo de los días. Esto también permite trabajar la paciencia con los más pequeños al mismo tiempo que se afianza un vínculo con ellos. La elección de cuentos más largos puede resultar más conveniente a partir de los 4 o 5 años, edades en las que la capacidad de atención es mayor.
Consejos para la hora de dormir
La lectura de un cuento antes de acostarse favorece establecer una rutina a la hora de irse a la cama, algo muy importante en edades tempranas. Con el paso de los días, puede ayudar a señalar al cuerpo que es hora de descansar. Por otro lado, para garantizar que los niños y niñas se duerman con facilidad, es importante crear un ambiente confortable en el que también sientan seguridad. Para ello, una iluminación suave con colores cálidos suele ser una de las claves.
Por último, que los más pequeños sean los que elijan el cuento de la noche es crucial; garantizará su atención, pero también que permanezcan relajados. Esto, junto a una lectura con voz suave y calmada, hará que el sueño aparezca pronto para asegurar unas horas de descanso reparador
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