24 Mar Cómo dormir y evitar dolores en los hombros
El dolor de hombro al dormir es algo que afecta a nuestro descanso y a nuestro bienestar general. Esta molestia puede estar provocada por diversos factores y puede suponer un desafío a la hora de encontrar la postura más cómoda para conciliar el sueño. El colchón, la elección de una almohada inadecuada a nuestros hábitos y necesidades, y una mala posición pueden ser algunos de los aspectos que pueden influir. Por eso, a continuación, vamos a conocer qué cuestiones pueden repercutir en el dolor articular en hombro al dormir o incluso pueden llegar a agravar condiciones previas.
¿Por qué aparece el dolor de hombro al dormir?
Son diversos los motivos por los que pueden aparecer este tipo de molestias en los hombros. Para empezar, puede deberse a una lesión previa, como una tendinitis de hombro, y que esta se haya visto agravada por la forma en la que se duerme o por el mobiliario que se esté usando para el descanso. O en cambio, puede estar originada por el estrés, por posturas o actividades realizadas durante el día, o por el uso de una almohada o colchón inadecuados que no ofrecen un soporte apropiado.
Hay ocasiones en las que la posición en la que se duerme también influye, especialmente si se hace de lado y el hombro soporta parte de la presión y el peso del cuerpo. Esto provoca que la articulación se comprima y se desestabilice, generando diversas molestias. Es aquí cuando la elección de un buen colchón y una almohada idónea se hace indispensable.
¿Cómo puede influir un colchón en el dolor de hombro al dormir?
Entre los principales factores que pueden repercutir en la aparición de dolores es descansar sobre un colchón de una firmeza que no se corresponde con lo que necesitamos. Aquellos demasiado firmes o duros pueden aumentar los puntos de presión que se ejercen en hombros y caderas. En el otro extremo, los que son excesivamente blandos no brindarán el soporte requerido, algo que puede provocar más dolores. El material también juega un papel importante; conviene que sea uno capaz de repartir el peso de manera equilibrada. En ese sentido, los de muelles ensacados suelen ser una buena opción.
La elección de la dureza de un colchón depende de nuestro peso y de la postura en la que dormimos. De esta forma la sujeción será la apropiada para que la columna quede alineada de manera natural y para que el hombro no recoja el peso corporal. Así, quienes duermen de lado podrían beneficiarse de los que tienen una firmeza media.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el mobiliario de descanso tiene una vida útil limitada que suele rondar los 8-10 años. Si el colchón ha superado ese período, habrá perdido sus propiedades y podría no estar brindando el apoyo y soporte que debiera.
¿Qué almohada conviene usar para evitar el dolor de hombro al dormir?
La almohada debe responder a la postura en la que solemos dormir. De ello dependerá su grosor, ya que no es lo mismo situarse de lado que bocarriba. Su finalidad no es otra que la de mantener la alineación del cuello con respecto a la columna. Así, quienes descansen de espaldas deberán hacer uso de una almohada de una altura media, media-baja, de 12 a 13 centímetros aproximadamente.
Si la postura más habitual es la lateral, la cosa cambia. En estos casos debemos tener en cuenta que, de no tener un soporte suficiente, es el hombro el que carga con parte del peso, además de afectar a la posición del cuello. Es por ello por lo que las almohadas recomendadas para estos casos son más gruesas, con el objetivo de que “rellenen” el hueco que queda entre la cabeza y los hombros. Por otro lado, dormir de lado también puede provocar que el hombro sobre el que nos recostamos acabe situado hacia delante de nuestro cuerpo, algo que puede generar dolor. Para evitarlo, puede ser útil dormir con otra almohada entre los brazos, con el objetivo de que estos queden en una posición lo menos forzada posible.
Otra buena solución es recurrir a un cojín para situarlo entre las rodillas; esto lograría que la columna se mantuviese recta, influyendo en la postura y tensión que recibe el hombro. Existen almohadas especiales para tal fin, aunque puede servir cualquiera que no tenga mucha altura, ya que de lo contrario obtendríamos el efecto opuesto.
Por último, otra cuestión a considerar si queremos deshacernos del dolor de hombro al dormir es realizar ejercicios específicos para fortalecerlo. Puede que las molestias estén producidas por un debilitamiento de la articulación, para lo que es esencial trabajar los músculos que la integran. Así, se aumentará su flexibilidad y podrían evitarse mayores lesiones. Para ello, un especialista puede ser de gran ayuda tanto para detectar el origen del dolor como para determinar los pasos adecuados con los que eliminarlos.
Aún no hay comentarios, ¡deja el tuyo!