
10 Oct Cómo doblar un edredón paso a paso
Cada cambio de estación trae la misma pregunta: ¿cómo guardar un edredón para que no ocupe medio armario? Lo cierto es que, si no se encuentra la técnica adecuada, puede invadir mucho espacio e incluso acabar estropeándose. Por eso, a continuación, vamos a centrarnos en cómo doblar un edredón para ahorrar espacio según su tamaño y su grosor, con el objetivo de dejarlo completamente listo para la próxima temporada.
La importancia de almacenar correctamente un edredón
Ya sea un edredón nórdico o uno de entretiempo, se trata de un complemento de cama imprescindible, por eso la forma en la que se guarda es crucial, no solo para que no ocupe más espacio del necesario, sino también para conservarlo durante más tiempo y evitar que se deteriore. El polvo y la humedad pueden hacer mella en los materiales, y guardarlo incorrectamente también puede provocar que el relleno se apelmace. Por el contrario, plegarlo adecuadamente conseguirá mantenerlo en un estado impecable mientras se optimiza el espacio de armarios o canapés.
Ahora bien, antes de doblarlo conviene realizar una pequeña puesta a punto que asegure su correcta conservación durante los meses de descanso.
Primeros pasos antes de doblar un edredón: aspiración y aireado
El paso previo a saber cómo doblar un edredón es conocer cómo limpiarlo. Este detalle es fundamental, ya que no solo garantizará que conserve sus propiedades por más tiempo, sino que también evitará la aparición de malos olores. Dependiendo del material, algunos edredones pueden meterse en la lavadora; revisa siempre la etiqueta para asegurarte.
Con aquellos que no lo permitan, podremos seguir varias estrategias. La primera es usar un limpiador a vapor, tipo vaporeta. Otra opción es aspirarlo bien para quitar todo el polvo y partículas acumuladas posibles para luego airearlo al sol durante unas horas. Esto es especialmente recomendable con los rellenos de plumas y plumón, aunque siempre existe la opción de recurrir a una limpieza profesional.
Cómo doblar un edredón paso a paso
Una de las técnicas más prácticas de doblado es la que se conoce como el “método del bolsillo”. La idea es crear una especie de pliegue en el que queda plegado todo el edredón. Se trata de una opción especialmente útil en aquellos que no son muy gruesos o grandes, así como colchas o mantas que no se caractericen por su voluminosidad. Para conseguirlo, sigue los siguientes pasos:
- Extiende el edredón sobre la cama, como si quisieras cubrirla.
- Dóblalo a la mitad, plegando la mitad inferior sobre la superior.
- Repite la operación para que quede un rectángulo más alargado.
- Lleva el extremo derecho hacia el centro y después el izquierdo, como si formaras un libro abierto.
- Ahora verás que se ha creado un bolsillo en una de las mitades. Introduce el extremo contrario dentro de ese pliegue, lo que dará como resultado un paquete compacto y fácil de almacenar.
Más allá de esa estrategia de doblado, existen otras que se adaptan a los edredones más gruesos o abultados.
Cómo doblar un edredón nórdico
Este método está indicado para los edredones nórdicos y, en concreto, para aquellos que tienen más relleno que uno de entretiempo. Es muy práctico para aquellos que pesan más y son más difíciles de manipular:
- Comienza extendiendo el edredón y doblándolo en tres partes a lo largo.
- Ahora, pliégalo en cuadrados hasta que quede un solo rectángulo.
- Guárdalo en una funda para protegerlo y que al mismo tiempo transpire durante el tiempo que permanezca almacenado. Puede ser una bolsa de tela o bien cajas específicas para ello.
Cómo doblar un edredón grande
Si lo que buscas es conocer cómo doblar edredones gruesos o grandes, como los de las camas king size, la clave está en plegarlos sin forzar el relleno.
- Con el edredón extendido, dóblalo por la mitad.
- A continuación, pliégalo en tres o cuatro partes longitudinalmente.
- Por último, enróllalo con suavidad hasta que obtengas un cilindro.
Lo ideal es guárdalo en vertical para evitar que se deforme el relleno, pero, según el material, podrás almacenarlo en una bolsa al vacío, lo que reducirá considerablemente su tamaño. Sin embargo, evita este método si es de plumas o plumón, ya que necesitan aire para mantener su esponjosidad y no deteriorarse.
Saber cómo doblar un edredón correctamente te ayudará a ahorrar espacio y alargará su vida útil. Pero recuerda no guardarlo húmedo, sino seco e higienizado, es importante quitar la humedad de la habitación. Además, y en la medida de lo posible, trata de recurrir a fundas transpirables para evitar el deterioro de los rellenos más delicados.
Con todos estos pasos, ni el edredón más grande se te resistirá cuando toque hacer el cambio de la ropa de cama temporada tras temporada.
Aún no hay comentarios, ¡deja el tuyo!