22 Mar Cómo ha afectado la pandemia a nuestro descanso, por el Dr. Javier Albares
A raíz de la pandemia del COVID19 aumentaron de forma exponencial los estudios sobre la repercusión del aislamiento social sobre la calidad del sueño.
Síntomas del confinamiento que afectan al descanso
Los primeros síntomas descritos por la población fueron muy claros. Aparición de ansiedad, preocupación, temor, alteración del estado de ánimo y estrés postraumático. El estrés provoca una activación psicológica y fisiológica en respuesta a las demandas del día a día. Se asocia a un sueño más corto, fragmentado y superficial. El sueño más corto provoca un aumento de los niveles de cortisol, que aumentan los niveles de estrés, formando así un círculo vicioso entre el estrés y el insomnio.
A todo esto hay que sumar los cambios en las rutinas y la alteración de los sincronizadores sociales. Cambió la exposición luz-oscuridad, la relación actividad-reposo, horarios de comidas, aumento del uso de nuevas tecnologías. Esto provocó que no tardaran en aparecer los trastornos del sueño.
Los estudios describieron los síntomas más comunes:
- Aparición de problemas de conciliación del sueño
- Fragmentación del sueño.
- Despertar precoz
- Cambios en el ritmo circadiano
- Aumento de pesadillas (ligadas al estrés postraumático)
Cambios tras el fin del confinamiento
Los resultados de los estudios son variables según la zona geográfica estudiada. Esto se debe a las diferencias en las medidas políticas frente a la pandemia. La prevalencia de los trastornos del sueño en la actualidad es superior a la que existía antes de la pandemia.
El estrés y los cambios provocados en nuestro estilo de vida durante el confinamiento han alterado nuestra capacidad de descanso. Es más, la pandemia, en general, ha ayudado a cronificar los trastornos de insomnio y del ritmo circadiano.
Por ejemplo, analicemos en nuestra vida laboral. El teletrabajo se ha instaurado ya en muchas empresas. Esto provoca un cambio en nuestra forma de relacionarnos y en nuestro día a día. No tener que salir de casa implica, de entrada, una menor exposición a la luz natural. Además, implica un aumento de la exposición a la luz de aparatos digitales, una vida más sedentaria con horarios irregulares en las comidas, que favorecen el desajuste de nuestro ritmo circadiano, afectando a nuestro sueño.
Llevar a cabo una correcta higiene del sueño es fundamental para minimizar los efectos que ha tenido la pandemia en nuestro descanso. Si con eso no es suficiente, es importante consultar siempre con un especialista en trastornos del sueño para poner solución lo antes posible y volver a tener un descanso saludable.
Fundador y director de Medicina del Sueño Doctor Albares, Centro Médico Teknon.
Especialista europeo en Medicina del Sueño (titulado por European Sleep Reseach Society en el año 2014) y miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES) y de la Sociedad Europea del Sueño.
Colegiado por el colegio de Médicos de Barcelona y especialista en Neurofisiología Clínica.
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