11 Nov Insomnio postparto por el Dr. Albares
«Duerme cuando duerma el bebé»: es una frase común que seres queridos y profesionales de la salud bien intencionados suelen aconsejar a toda mujer cuando ha dado a luz. Sin embargo, en la práctica, sabemos que apagar nuestros cerebros vigilantes en las primeras etapas de la vida de nuestros hijos puede parecer difícil y a veces no se consigue, y es que el insomnio postparto es algo a tener en cuenta.
¿Qué es el Insomnio postparto?
Los trastornos del sueño a menudo comienzan con el inicio del embarazo y se hacen bastante más comunes durante el tercer trimestre y en el postparto. Los cambios anatómicos y fisiológicos del embarazo pueden influir en la calidad y la duración del sueño. Durante el periodo postparto, una de las necesidades básicas que se ve más alterada en la vida de la mujer es el sueño. El 85% de las mujeres refieren tener una “mala calidad del sueño” a las 4 semanas postparto y casi la mitad refieren fatiga y somnolencia diurna durante las 8 semanas postparto, con un tiempo de sueño total insuficiente y no reparador.
Insomnio postparto: Las demandas del cuidado del bebé, la lactancia materna y la alteración de los ritmos circadianos contribuyen a la falta de sueño.
El sueño de una mujer puérpera se debe adaptar a las necesidades nutricionales del bebé, durante el día y la noche, sin interrupción, con lo que se somete a la recién mamá a unos patrones de sueño muy irregulares.
Mientras que el elevado nivel de progesterona en los primeros meses del embarazo favorece un sueño profundo y reparador (aumenta la actividad de las neuronas gabaérgicas que tienen un efecto calmante y relajante), en los días posteriores al parto, la concentración vuelve a valores normales y como consecuencia el sueño de la madre se vuelve más ligero y fraccionado. Además, existen causas de tipo inflamatorio (el útero pierde gran parte de la masa muscular que tenía y empieza a recuperar su tamaño, se reabsorbe el exceso de tejido y se liberan moléculas inflamatorias al torrente sanguíneo), que hacen que la madre esté más inestable a nivel emocional, afectando también al patrón de sueño.
Sabemos que las madres que lactan, duermen alrededor de media hora más por noche y presentan mayores periodos de sueño profundo que las madres que eligen fórmula como método de alimentación de sus hijos. Durante las primeras semanas de vida y hasta hasta los 4-6 meses, el bebé no empieza a segregar melatonina de manera rítmica. Hasta ese momento, depende de la que le aporte la madre con la lactancia y sus ritmos de vida, horarios de comidas y salidas al aire libre para exponerse a la luz natural.
La regularidad de los ritmos de la madre durante los primeros meses de vida del bebé (descansando cuando lo haga el bebé o, lo que es lo mismo, adaptando sus ritmos a los de él) son fundamentales para el buen desarrollo del ritmo sueño-vigilia de este.
¿El insomnio postparto es real?
Es evidente que el insomnio posparto es real y puede acabar teniendo un impacto negativo en la vida de la mamá, y su adaptación a la maternidad, pudiendo ser más acusado en las mamás primerizas, que se enfrentan a estos primeros momentos felices por el nacimiento del bebé, pero nerviosas y angustiadas, especialmente a medida que descubren que ya no pueden descansar o dormir como antes, afectando a su vez a su calidad de vida.
Es por este motivo que cuando se diagnostica de insomnio a una mujer durante el periodo posparto, se la debe informar de las medidas de higiene del sueño y las opciones no farmacológicas como primera línea de tratamiento, así como de la probable naturaleza temporal de la alteración del sueño. Esto ayudará a minimizar los síntomas y la ayudará a convivir con las malas noches de una forma más amable y menos angustiosa.
- Evitar siestas prolongadas y el consumo de estimulantes durante el día, realizar ejercicio físico moderado, si puede ser a diario, y mantener unos horarios regulares y una exposición a luz natural durante el día, son rutinas no demasiado complejas de llevar a cabo.
- Las madres que han tenido al bebé acompañadas de una pareja, deben alternar sus responsabilidades del cuidado del recién nacido con esta. Siempre que no se trate de una maternidad monoparental, la pareja ha de compartir todas las responsabilidades y, así, la madre tendrá más tiempo para poder dormir. Por su parte, las madres solteras pueden recurrir a parientes, amigos o profesionales que puedan ayudar con las tareas del cuidado de los niños.
- La terapia cognitiva conductual puede ser un gran recurso para abordar el insomnio y mejorar el sueño de la mujer en el posparto.
Dormir menos después del nacimiento del bebé, especialmente en las primeras semanas o incluso meses, es algo absolutamente normal. Y no solo normal, sino común. A medida que los bebés crecen, duermen durante períodos más largos y en consecuencia el sueño y la calidad de vida de la madre mejorarán.
Fundador y director de Medicina del Sueño Doctor Albares, Centro Médico Teknon.
Especialista europeo en Medicina del Sueño (titulado por European Sleep Reseach Society en el año 2014) y miembro de la Sociedad Española del Sueño (SES) y de la Sociedad Europea del Sueño.
Colegiado por el colegio de Médicos de Barcelona y especialista en Neurofisiología Clínica.
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